Muestra de turismo folclórico para diplomáticos extranjeros en Panamá
Por Alina Guerrero
Con el repicar de los tambores, las palmadas al ritmo del tamborito, el movimiento de cintura de las mujeres interioranas, la música del acordeón, las melodías de salomas de los campesinos de la Península de Azuero, el Gobierno Nacional mostró a diplomáticos extranjeros las tradiciones del folclor, museos y negocios de emprendedores de artesanías.
Denise Guillén, subadministradora general de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), se dejó ataviar en Chitré con la pollera de lujo, sus tembleques, doradas peinetas y collares ante la mirada de los diplomáticos.
“Entendemos la importancia de estrechar relaciones comerciales, de amistad y culturales que son muy importantes para un istmo tan pequeño que está en el centro del mundo y quiere abrir su corazón a ustedes”, expresó Guillen.
Durante dos días, los embajadores German Vicente García García, Honduras; Uwe Wolfgang Heye, Alemania; Michel Dewez, Bélgica; Takashi Owaki, Japón; Sherif Fouad Mostafa Naguib, Egipto; Choo Won-Hoon, Corea; Evgeny M. Boikov, Rusia; Chris Hoornaert, Unión Europea; Fabiola Zavarge, Venezuela; Luis Manuel López Moreno, México; Pastor Segundo Mamani Villca, Bolivia; Diana Marcela Vanegas Hernández, El Salvador; y otros funcionarios de las embajadas de Trinidad y Tobago, República Árabe Saharaui, Kosovo, Santa Sede, Perú, Costa Rica, Turquía vieron en primera fila las regiones turísticas y aspectos culturales de Panamá.
Una pertinaz lluvia con olor a tierra recién mojada acompañó la gira diplomática que presentó al museo y Parque Arqueológico El Caño con sus tesoros de piezas de oro y cerámica de la época Precolombina, descubiertos en 1926 en ocho hectáreas de Natá, provincia de Coclé, donde su directora Mercedes Meneses y la antropóloga Julia Mayo contaron la historia de la región.
El camino se hizo ameno con las atenciones de los embajadores panameños Miguel Lecaro, Xiomara Pérez y Diomedes Carles de la Dirección de Protocolo y Ceremonial del Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las impresionantes ocho mil hectáreas del Parque Nacional del Sarigua; conocido también como Desierto de Sarigua en el Golfo de Parita en la provincia de Herrera, una región semidesértica, con suelos rojos quebrados llenos de arena de lo que fue una aldea indígena.
Se les mostró y contó la historia de la casa El Pausilipo, lugar de refugio campestre, de reuniones diplomáticas y gubernamentales en Las Tablas del presidente Belisario Porras.
Al son de la música de los tambores panameños, se les ofreció un acto folclórico en el Museo de la Nacionalidad de la Heroica Villa de Los Santos, una casa de tejas y madera tallada, donde se reunió el Cabildo Santeño para declarar la independencia de España. Este fue el momento para que los diplomáticos saludaran al vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo, abanderado de las celebraciones patrióticas.
Una casa centenaria en la finca El Bongo en la Enea de Guararé fue escenario para culminar el recorrido escuchando canciones de conjuntos típicos locales, comiendo torrejas de maíz nuevo, sancocho de gallina cocinado en fogón de leña; mientras la empresa Cutarras Santé le confeccionaba, a la medida, una cutarra de cuero de ganado a cada diplomático que quisiera tal y como la utiliza el campesino panameño en su faena de trabajo diario.
Miguel Lecaro, director de Protocolo y Ceremonial del Estado, manifestó que los diplomáticos acreditados en Panamá “han asimilado de una manera extraordinaria” las muestras del folclor panameño.
“Nos sentimos realmente complacidos de la buena voluntad, del aguante y, sobre todo de la receptividad que han tenido a toda la oferta turística, folclórica, cultural en la Península de Azuero”, agregó
Este programa denominado La Experiencia de la Cutarra fue organizado con el apoyo de Presidencia, Cancillería, Autoridad de Turismo, Instituto Nacional de Cultura, la Policía Nacional y las gobernaciones de Herrera, Coclé y Los Santos.
El Gobierno Nacional busca, a través de los emprendimientos de turismo rural y cultura de los pueblos, la creación de empleos, una forma de combatir la pobreza y ser un motor importante en el desarrollo de la economía panameña.