La ATP promueve la Ecoruta de la Tortuga de Mariato
Este fin de semana , la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) inauguró una caseta de información turística, un compromiso adquirido por el presidente Laurentino Cortizo Cohen con el pueblo de Mariato, un destino que destaca por su desarrollo sostenible con diversas actividades, de las cuales resalta el avistamiento y conservación de tortugas marinas.
Un grupo de comunicadores de la prensa nacional acompañaron al administrador de la ATP, Iván Eskildsen, quien junto a la comunidad mostró parte de las experiencias icónicas de la ecoruta, en la cual el avistamiento de tortugas destaca, esta es una actividad atractiva para toda la familia que genera una inyección de dinero a la economía local y fomenta la conservación de especies amenazadas de tortugas. En el caso de Mariato, la Ecoruta de la Tortuga se ha organizado como un grupo de experiencias turísticas comunitarias enfocadas en beneficiar lo más posible a los locales.
Eskildsen señaló que “se ha identificado un mercado de más de 500 millones de viajeros conscientes alrededor del mundo que buscan experiencias transformadoras, que se interesan por conservar el medio ambiente y culturas auténticas. El avistamiento de tortugas es una de las experiencias icónicas de Panamá que la ATP destaca como parte de una visión transformadora del turismo del país, para competir internacionalmente con los mejores destinos, diferenciando a nuestro país por su extraordinaria biodiversidad y etnodiversidad.”
Como parte de la gira, se presentaron los logros del proyecto “Ecoruta de la Tortuga” de la Fundación Agua y Tierra, en donde se resalta la observación del desove y liberación de tortugas, en las playas Malena y Mata Oscura, en el distrito de Mariato, provincia de Veraguas.
La Ecoruta de la Tortuga cubre todo el Corregimiento de Quebro, en Mariato, uno de los destinos más biodiversos y quizás poco conocidos de la zona costera del Pacífico del istmo panameño. El proyecto es una iniciativa de turismo comunitario en la que participan las comunidades de Mata Oscura, Rusia de Quebro, Higuenoso, Morrillo y Loma de Quebro, todas activamente involucradas en la conservación e investigación de tortugas marinas y de protección a los manglares.
Aunado al avistamiento de tortugas desovando y la posibilidad de visitar el proyecto de conservación de nidos, la Ecoruta de la Tortuga ofrece otros atractivos entre los que destacan: recorridos por fincas agroturísticas, senderismo en manglares, bailes folclóricos, clases de cocina tradicional y deportes acuáticos como kayak y snorkel. También está tomando mucho auge en la comunidad de Torio, en Mariato, lanzarse desde una pendiente muy pronunciada con un parapente (paracaídas) con descenso en la playa Torio.
“La intención es que cada vez más se replique este proyecto en otros sectores. En estas comunidades, cuya economía no estaba basada en el turismo, ahora ha empezado a convertirse en una actividad importante que genera ingresos en la comunidad local que poco a poco está recuperándose de los efectos de la pandemia”, aseguró el biólogo marino y presidente de la Fundación Agua y Tierra, Jacinto Rodríguez.
El conservacionista explicó que en este proyecto de turismo comunitario está involucrado también el tema de investigación y conservación. ”Vamos alineados con el Plan Maestro de Turismo Sostenible de la ATP en cuanto a la economía verde, azul y naranja, y en los últimos años hemos introducido una tecnología pionera para salvar los nidos con el uso de drones y cámaras de sensores de calor, que señala con un círculo rojo el lugar exacto donde está anidando la tortuga en la playa.”
Por temporada, estas comunidades reciben aproximadamente entre 2 mil y 3 mil visitantes nacionales y extranjeros interesados en conocer el misterio de las tortugas marinas. En la noche los visitantes pueden apreciar el desove de las tortugas y en la mañana la liberación de los neonatos.
El patrullaje nocturno en los 4.7 kilómetros en playa Mata Oscura, el registro de datos de las hembras anidando, el rescate de los nidos, vigilados por dos meses en un vivero en los terrenos de la fundación, que las protege de los depredadores o saqueadores y el estudio científicos de los nacimientos está ayudando al ciclo reproductivo de las especies de tortugas que arriban a las playas panameñas. Desde 2011 la fundación ha protegido y liberado a 120,000 neonatos.
También se trabaja en el programa de educación ambiental para que la población, de distintas generaciones, comprendan por qué hay que protegerlas y de esta forma ir rompiendo el ciclo de consumo de carne de tortuga. Por otro lado, el programa de voluntariado que apoya a la conservación y el programa de manejo sostenible, busca que la comunidad genere ingresos a través de la conservación de tortugas” ahí es donde hemos promovido el eco turismo y la Ecoruta de la Tortuga”, aseguró el biólogo.
Las personas interesadas en vivir esta experiencia pueden ingresar a la plataforma digital de la fundación: www.fundat.net, ventana que ofrece información sobre las tortugas y un formulario de contacto, mediante el cual se coordina la programación de la visita, hospedaje y tours.