¿Por qué de repente hay tantos corales blanqueados a en la costa caribeña de Panamá?
El bleach o lejía es un método popular para blanquear la ropa y otros materiales. Pero cuando los biólogos marinos advierten de los peligros del blanqueamiento de los corales (coral bleaching), la lejía no tiene nada que ver. El aumento de la temperatura del agua hace que los corales expulsen las diminutas y coloridas algas que viven dentro de los pólipos de coral, exponiendo sus esqueletos blancos.
Más recientemente, un evento masivo de blanqueamiento de corales en el archipiélago de Guna Yala, a lo largo de la costa caribeña oriental de Panamá, indica que algo está sucediendo en el océano.
«Nunca había visto un blanqueamiento tan masivo en el Caribe de Panamá», dijo Juan Maté, Gerente de Asuntos Científicos y Operaciones y Asesor Marino y Costero del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá. Maté estaba de visita en el archipiélago en noviembre pasado con un grupo de estudiantes cuando se encontró con corales blancos desde la isla El Porvenir hasta una pequeña cadena de islas alrededor de Punta San Blas y hasta Cayos Limones. La extensión del blanqueamiento probablemente alcanzó el sector oriental de Guna Yala, según los lugareños.
«Parecía que había nevado bajo el agua», explicó Maté.
Los eventos de blanqueamiento masivo de corales han ocurrido antes durante los años de El Niño. Sin embargo, El Niño de este año ha sido especialmente duro. «Esta es una de las pocas veces que un evento tan masivo ha ocurrido simultáneamente en el Caribe y el Pacífico», señala Maté.
Maté es parte de un grupo de investigación que tiene la base de datos más antigua sobre corales en el Pacífico de Panamá, iniciada en la década de 1970 con el ex investigador de STRI, Peter Glynn. Glynn documentó el primer blanqueamiento masivo de corales en el Pacífico Oriental Tropical panameño, durante el evento de El Niño de 1982 y 1983. La ecóloga marina y profesora de la Universidad de Cornell, Drew Harvell, que acompañó a Glynn durante la excursión de buceo en la que vieron el blanqueamiento por primera vez, escribió sobre este descubrimiento en su libro A Sea of Glass: «Aquí estaba yo, una flamante investigadora de arrecifes de coral, con el científico de arrecifes de coral más respetado y experimentado de nuestro tiempo, ¿y él no sabía por qué su arrecife estaba desprovisto de todos los pigmentos? En ese momento, ninguno de nosotros era consciente de la importancia de nuestro descubrimiento».
¿Por qué los corales reaccionan así?
Clasificados biológicamente como animales, los corales atrapan pequeños organismos para alimentarse con los tentáculos de sus pólipos. Pero los corales de aguas poco profundas también obtienen muchos nutrientes de las microalgas zooxantelas amarillas y marrones, que habitan en el coral y le dan color. Todos los corales constructores de arrecifes tienen una relación simbiótica con estas algas: las microalgas utilizan la luz solar para realizar la fotosíntesis y producen nutrientes como oxígeno y energía en forma de glucosa. El coral se alimenta de estos nutrientes para hacer crecer su esqueleto, fertiliza las algas con sus desechos y les proporciona un lugar seguro para vivir. Por lo tanto, ambos se benefician de esta relación.
Pero cuando el coral se estresa, reacciona expulsando las microalgas de la estructura. Algunos corales se vuelven completamente blancos, otros quedan parcialmente incoloros, cuando el blanqueamiento ocurre más gradualmente.
Esto no significa que un coral haya muerto; un coral blanqueado aún puede recuperarse, si las algas regresan. Pero esto tiene que suceder rápido. Si las condiciones estresantes persisten, sus posibilidades de recuperación disminuyen. «Pueden tardar entre uno y tres meses en morir, dependiendo de la especie y de su nivel de tolerancia», explica Maté.
Sin embargo, los corales se han adaptado tanto a su simbiosis con las zooxantelas, que dependen de ellas para hasta 95% de su ingesta nutricional; sin las zooxantelas, el coral debe capturar alimento para compensar.
En el Pacífico, donde los corales han pasado por varios eventos de blanqueamiento, la especie dominante Pocillopora seha adaptado a otro tipo de algas que son más tolerantes. «Esos corales pueden verse bien, como si nada malo estuviera pasando», establece Maté.
En 2004 se reportó el último evento masivo de blanqueamiento de corales, en áreas del Caribe de Panamá, incluyendo Guna Yala, el cual resultó en la muerte de corales. Pero los arrecifes pueden sobrevivir siempre y cuando quede suficiente material para regenerarse. Mientras tanto, las condiciones deben mejorar para que los corales tengan la oportunidad de recuperarse y crecer nuevamente.
¿Qué se puede hacer?
Otros factores amenazan la supervivencia de los corales, además del aumento de la temperatura de las aguas oceánicas.
El aumento del nivel del mar afecta la cantidad de luz solar que reciben y fotosintetizan las microalgas, lo que obliga a los corales a crecer más rápido y cambiar sus formas para capturar más luz solar. Y a medida que las aguas llegan más tierra adentro, arrastran sedimentos que hacen que el agua sea más turbia, lo que también afecta la penetración de luz solar. Tormentas más grandes y violentas, y más ciudades y agricultura cerca de la costa también conducen a más sedimentos en el agua.
Si hay muerte de coral, el esqueleto puede convertirse en el hogar de nuevos organismos, como las macroalgas, que crecen más rápido y pueden ocupar mucho espacio, formando un dosel que da sombra al coral y dificulta la fotosíntesis de las microalgas y la regeneración del coral. Algunos animales que suelen controlar el crecimiento de las macroalgas, como el pez loro y el pez cirujano, se están viendo afectados por la sobrepesca, el turismo excesivo y más. Otro herbívoro importante que controla el crecimiento de algas en los arrecifes de coral es el erizo de mar negro de espinas largas, que experimentó una mortalidad masiva en 1983 y aún no se ha recuperado a sus números anteriores a la mortalidad.
Una nueva investigación realizada por científicos de STRI que trabajan en Bocas del Toro explora si la falta de oxígeno en el agua caliente puede ser otro factor importante.
Pero en este momento, se cree que la principal causa del blanqueamiento de los corales y su posterior muerte es el calentamiento de los océanos causado por El Niño. Y a medida que el cambio climático global empeora, estos fenómenos se vuelven más agresivos y menos reversibles.
En el Pacífico Oriental Tropical panameño, donde los efectos de El Niño son más generalizados y visibles, los científicos marinos de STRI estudian los corales como parte del Rohr Reef Resilience Program, tratando de comprender cómo los corales se adaptan a condiciones cada vez más estresantes.
Al recolectar muestras del Archipiélago de Las Perlas, donde los corales están expuestos a la surgencia (un fenómeno en el que los vientos alisios alejan las aguas superficiales más cálidas y hacen que las aguas más frías y ricas en nutrientes del fondo asciendan), y en el Parque Nacional Coiba, donde no hay surgencia, pueden analizar qué factores influyen en la resiliencia y adaptabilidad de los corales a condiciones extremas.
Los datos que recopilan sobre cómo los corales pueden resistir los efectos del cambio climático pueden permitir desarrollar soluciones para hacer que otros corales y arrecifes de coral sean más resilientes, protegiendo uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo antes de que sea demasiado tarde.
El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en ciudad de Panamá, Panamá, es una unidad de la Institución Smithsonian. El Instituto promueve la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para el bienestar de la humanidad, capacita estudiantes para llevar a cabo investigaciones en los trópicos, y fomenta la conservación mediante la concienciación pública sobre la belleza e importancia de los ecosistemas tropicales. Video Promo, cional
Fotos: STRI, Arcadio Castillo, Jorge Alemán, Steven Paton, Ana Endara.