Nuevas experiencias en el Biomuseo: espacio y fósiles del Canal

Por: Yazmín Jiménez

Con la guía de Jesús Cárdenas, quien conoce cada rincón como un verdadero curador, nos adentramos en el Biomuseo, uno de los edificios más emblemáticos de Panamá y único en su clase en Latinoamérica. El objetivo: descubrir sus nuevas salas temporales “Ojos en el Espacio” y “Fósiles del Canal”.

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Antes, Jesús nos llevó a un recorrido por las exhibiciones permanentes: Vitrina de la Biodiversidad, Panamarama, El Puente Surge, La Huella Humana, Océanos Divididos, La Red Viviente y el punto central del museo, El Gran Intercambio. Allí, esculturas impresionantes muestran las 72 especies que cruzaron el Istmo de Panamá hace apenas 3 millones de años.

El perezoso gigante panameño

En esta sala destaca la réplica de un perezoso gigante, cuyos fósiles fueron hallados en 1949 por residentes de La Coca, cerca de Ocú, provincia de Herrera. Entre 1950 y 1951, científicos del Smithsonian excavaron en La Coca y El Hatillo, encontrando restos de al menos 10 perezosos gigantes, junto con toxodontes, gliptodontes, mastodontes y caballos.

Para dimensionarlo: este perezoso pesaba unos 3,000 kg, medía hasta 4 metros y usaba sus enormes garras para alcanzar ramas. Habitó desde el sur de EE. UU. hasta Brasil y fue uno de los animales más grandes que caminó por Panamá.

El origen y la biodiversidad

En la sala El Puente Surge, los visitantes pueden tocar una roca de 70 millones de años, formada cuando el Istmo emergió del mar. Es un recordatorio de que Panamá fue un archipiélago de volcanes antes de unirse continentes y transformar la biodiversidad mundial.

El diseño del Biomuseo, obra del arquitecto Frank Gehry, invita a reflexionar sobre la biodiversidad y nuestra responsabilidad de protegerla frente a la extinción.

Panamá en la Luna

En la sala Ojos en el Espacio, sorprende una bandera panameña de 56 años, que viajó a la Luna con la misión Apolo 11 en 1969. El presidente Nixon la obsequió a Panamá en 1970 junto con fragmentos lunares, como símbolo de paz.

También se honra a Manuel Antonio Zarco, jefe Emberá que entrenó a los astronautas del Apolo en técnicas de supervivencia en selvas tropicales. La sala muestra, además, una réplica del rover Perseverance, activo en Marte desde 2020.

La exhibición, en la sala Pilar Arosemena de Alemán y Jaime Alemán, cuenta con el apoyo de la NASA, el Ministerio de Cultura, la Embajada de EE. UU., SENACYT y Fundación Causa Nuestra. Estará abierta hasta diciembre de 2025 y la entrada es gratuita.

Fósiles del Canal: una ventana al pasado

La sala Santiago Fernández Castro alberga la renovada muestra Fósiles del Canal. Presenta hallazgos paleontológicos de la ampliación del Canal de Panamá (2011-2016), como la enorme dentadura de un megalodón, un fósil casi intacto de pez marlín y restos del camello panameño.

Esta muestra es la actualización de la exhibición original, fruto del Proyecto del Canal de Panamá (PCP). Este esfuerzo internacional reunió científicos, educadores y estudiantes para estudiar y compartir la historia fósil del Istmo.

Un museo nacido del amor

El Biomuseo surgió como un regalo de amor. Frank Gehry, ganador del Premio Pritzker, se inspiró en la biodiversidad de Panamá gracias a su esposa panameña. Su diseño multicolor, inspirado en hojas de bosques tropicales, reduce el calor interior y simboliza la riqueza natural del país.

Gracias a la Fundación Amador, el Gobierno, el Canal y el Smithsonian, el museo abrió parcialmente en 2014 y completó sus salas en 2019.

Información útil

Horario:

  • Martes a viernes: 9:00 a.m. – 3:00 p.m.
  • Sábados y domingos: 10:00 a.m. – 3:00 p.m.

Boletos:

  • Panameños/residentes: Adultos B/. 10.00 | Menores/estudiantes B/. 6.00 | Jubilados B/. 5.00
  • No residentes: Adultos B/. 20.00 | Menores/estudiantes B/. 12.00 | Jubilados B/. 16.00
  • Compra: taquilla o en línea (no requiere reserva).

Ubicación: Calzada de Amador, a minutos del centro de la ciudad de Panamá. Acceso en auto o en bus (ruta C850 desde estación Albrook).

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